El 79% de las organizaciones están preocupadas por abordar la transformación de sus empleados de una manera estratégica
y por ello, 38% muestra su preocupación desde los últimos tres años.
Las organizaciones entrevistadas afirmaron necesitar algunos requerimientos en su equipo de trabajo como son el incremento de las habilidades digitales,
la automatización de las tareas, impulso de la creatividad, la comunicación y la colaboración.
Así como ajustar la cultura de la fuerza de trabajo a la organización. La unión entre tecnología y empleados está claramente reflejada en el estudio, con 75% de aceptación. De ahí que 92% afirmó que debe transformar sus organizaciones de forma extensiva. Las medidas tácticas muestran, en los últimos tres años, incrementos en inversiones tecnológicas (38%). En habilidades digitales (40%), salarios (40%), restructuración de la organización (47%), automatización (38%), bienestar (41%), incremento de trabajo como freelance (38%) y de teletrabajadores (32%).
Este estudio develó que el 72% de las empresas consultadas señaló que la gran transformación de sus empleados ha sido un proceso clave para
“superar significativamente” sus objetivos estratégicos en los últimos tres años.
Y para 38%, la barrera más grande es la resistencia de los trabajadores al cambio, aunque claramente ofrece beneficios como salarios más altos, capacitación y actualizaciones tecnológicas.
El CEO, líder de la transformación de las personas
La gran totalidad de las empresas han identificado al CEO como el gran referente de la transformación cultural de las empresas y de la evolución de sus personas.
Asimismo, la encuesta indicó que las inversiones en tecnología y capital humano no son mutuamente excluyentes, por ello se apuesta por la adopción de la tecnología (56%)
y la formación en las habilidades de las personas (54%).
En cuanto a los encuestados, es significante ver cómo el 39% también se ha comprometido a diseñar o mejorar la experiencia del empleado y por ello muchas organizaciones están desarrollando medidas más tácticas,
como cambiar las políticas de RRHH, rediseñar estructuras organizativas o de los procesos para conseguirlo.
El estudio “Work in Progress” fue realizado a más de 200 ejecutivos de compañías de entre 500 y 1,000 empleados y también de más de 1,000, de 20 sectores diferentes.
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